(Barcelona #14N - 2012) El #14N me llevó a pensar en el término manifestación. Cuando se manifiesta algo se da a conocer, se expresa, y cuando algo se hace visible puede convertirse también en un síntoma, en un fenómeno que revela algo. Eso fue lo que se sucedió esta tarde: hay algo que se está gestando en las mentes y corazones de los pueblos europeos que sale a la luz esperando una respuesta.
El #14N fue para muchos una forma de decir "basta". Aeropuertos, comercios y transporte público permanecieron cerrados o entregando servicios mínimos en Grecia, Italia, Portugal, España y... Francia. Sí, 3.000 personas expresaron su descontento en Marsella con eslóganes como "Todos somos Grecia".
En Barcelona la manifestación se dividió en dos. La primera convocada por sectores más "moderados" UGT y CC.OO., que se reunieron en la zona de Plaza Cataluña, y luego CGT, CNT y Acampada de Barcelona, anarquistas, que se reunieron para comenzar su marcha desde Passeig da Gracia.
Ésta última fue la que he podido seguir, que se expresó a través de cánticos como "Mas, cabró; retalla't els collons", animando a Artur Mas, presidente de la Generalitat de Catalunya, a que recorte otras cosas en lugar de los presupuestos a educación, salud o seguridad.
La jornada transcurrió pacíficamente, salvo por actos de vandalismo enfocados en los bancos, que fueron pintados con aerosol, rotos o que sufrieron el bloqueo de las entradas de dinero y tarjetas con una cobertura de engrudo o pegamento. Hasta el momento final en el que algunos mossos d'esquadra (policía catalana) reprimieron con balas de goma y obligaron a evacuar a los últimos manifestantes.
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